Grupo
Hostal Torrejón entrevista al Coronel Juan Carlos Núñez, Jefe de la Base de Automovilismo
de Torrejón de Ardoz.
El
1 de diciembre de 2012 el Parque y Centro de Mantenimiento de Vehículos Rueda
Nº1, más conocido por los torrejoneros como Base de Automovilismo, cumplía 75
años de vida. Tras la celebración de una exitosa jornada de puertas abiertas el
pasado 7 de julio, Grupo Hostal Torrejón ha querido “colarse” en sus
instalaciones, con permiso del Coronel Juan Carlos Núñez, para desentrañar la
historia del centro y conocer de primera mano sus talleres de mantenimiento y las
exclusivas piezas de un museo del automóvil que, aunque de sobra conocido por
los vecinos de Torrejón, aun tiene mucho que mostrar de puertas para dentro.
¿Nos acompañas?
Pregunta: ¿Cómo
fueron los orígenes del centro?
Respuesta: La base se empezó a organizar
el 1 de diciembre del 37 en Sevilla, en plena contienda nacional. Nació como una
base móvil que tenía como objetivo mantener
y recuperar todo tipos de vehículos militares. De Sevilla pasó a Bilbao
y siguió las vicisitudes de la guerra, estando
presente en varios frentes como Teruel o Guadalajara hasta que en el 39 se
ubicó en Madrid capital. Un año después se trasladó a la fábrica La Hispano de
Guadalajara. Y a partir de ahí, se buscó un municipio que pudiese albergar sus
instalaciones. Así comenzaron las obras en Torrejón de Ardoz, que no terminaron
hasta el 42, pero fue en 1944 cuando se inauguró oficialmente como la primera
base móvil del ejército. Su denominación ha sufrido varios cambios, hasta la
actual, que data del 98. Lo que no ha cambiado desde 1941 es su ubicación. Hasta
hoy no nos hemos movido de aquí.
P: ¿Cuáles son sus
principales funciones?
R: Su primer cometido ahora mismo
es el abastecimiento a todas las unidades de España y las que operan en el
exterior de todo tipo de repuestos de los vehículos que mantenemos nosotros
aquí. Por otra parte, cuando la reparación del vehículo es muy grande, a causa
de un accidente, siniestro o atentado, nos lo traen al centro y nosotros lo
dejamos como nuevo. En estos momentos somos más de 230 personas trabajando
aquí, repartidos prácticamente a partes iguales entre personal militar y civil.
P: Aparte de esto, la base alberga un museo
del automóvil…
R: Sí, contamos con un museo
impresionante. Tenemos piezas como un Mercedes blindado de Francisco Franco,
que seguro que la propia casa Mercedes pagaría un cheque en blanco por
conseguir este ejemplar y otro coche de tres ejes que tiene la Guardia Real, ya
que son únicos en el mundo. Luego tenemos muchos coches antiguos, un coche
solar, cuyas instalaciones solares las hizo el capitán Ocaña, el primer
vehículo todoterreno, con su volante a la derecha, un SEAT 600, que encabezó la marcha el día de puertas
abiertas, dos motos y varios camiones. Disponemos de muchos vehículos que
tenemos que ir recuperando a base de hacer las piezas nosotros aquí porque en
muchos casos ya no se fabrican. Pero para mí, el más llamativo hoy por hoy es
el Mercedes blindado porque se trata de una pieza de la historia más reciente
de España.
P: ¿Qué significa
para usted abrir las puertas de la base al público?
R: Resulta muy interesante para
todos, tanto como para nosotros como para los que vienen de fuera. Yo cuando
llegué aquí lo que quería era enseñar el cuartel a Torrejón, por eso estoy
intentando que la gente de Torrejón entre. Este año se han acercado más
visitantes en la jornada de puertas abiertas y nos ha sorprendido gente que
estuvo aquí destinada y que no ha vuelto a entrar desde que hizo la mili. Para
ellos es muy emocionante volver.
El pasado día 7 de julio abrimos las puertas
con entrada libre, diseñamos una serie de recorridos que pasaban por los
talleres y el museo. Pero lo más impresionante son los talleres. La gente se
queda con la boca abierta de lo que realmente tenemos aquí dentro. Luego
llegaron los SEAT 600 y las motos de una asociación que quiso participar en la
jornada, con los que dimos una vuelta a la pista de pruebas, con el Mercedes
blindado, el coche solar y la moto encabezando el desfile. Todo el que vino,
vio, tocó y preguntó y acabamos tomándonos
un vinito español. Ya el día 10, celebramos San Cristóbal con un acto más
institucional, poniendo énfasis en el 75 aniversario del centro.
P: ¿Cómo cree que
repercute la presencia de esta base en Torrejón de Ardoz?
R: En los inicios tuvo una gran
repercusión porque fue la primera industria que se creó en Torrejón. Dio
trabajo a mucha gente del municipio y fueron creándose alrededor del centro
pequeñas empresas de repuestos, recuperación y mantenimiento. Hoy en día
seguimos conservando la relación con empresas de mantenimiento y con otras del sector
del automóvil y de otros tipos como muebles o restauración, pero también con el
conjunto de la sociedad de Torrejón, con sus hermandades y cofradías.
P: Le queda poco
más de un año como jefe del centro. ¿Cuál es su principal objetivo para este
tiempo?
R: Lo primero es acabar el trabajo
que estamos haciendo desde el año 37, es decir, continuar con el mantenimiento y abastecimiento para intentar
mejorar en lo posible el servicio que damos a todas las unidades de España. Y
para el año que viene, que será mi último San Cristóbal como Coronel de la
base, quiero volver a hacer otra jornada de puertas abiertas para ver si
conseguimos que los vecinos de Torrejón vuelvan a entrar.
P: Sabemos de
primera mano que también disfrutaron de una celebración privada en el Hotel
Aída. ¿Qué tal fue?
R: Fenomenal, como todas las
navidades y todos los julios. Además este año hemos tenido la gran virtud de
hacer caso al hotel y tomarnos el aperitivo dentro de sus instalaciones, que
estábamos más fresquitos… Estamos encantados, no vamos a movernos del Aída ni
de broma.
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Nuestros compañeros de Restaurante y Cocina acumulan tapones de todas
clases. ¿Sabéis cuántos litros de leche gastamos de media a la semana? Entre
120 y 135. ¡Eso son muchos tapones! Iniciativas como la del Ayuntamiento de
Torrejón para ayudar a Guillermo o la de la Pastelería Raquel (Lisboa, 25) con
la pequeña Alba, recogen estos tapones y nos ayudan a colaborar con un pequeño
gesto al destapar una botella.
¿Y los móviles y los cargadores? Ah, eso es otro tema. Durante el año miles
de clientes se dejan sus cargadores, son tan baratos que bien merece la pena
comprar otro pero ¿y qué hacemos con los olvidados? Pues durante años los hemos
guardado y prestado a clientes que habían extraviado los suyos en otros hoteles
o se los habían dejado en casa. ¡Este año hemos ido más allá!
